La película narra la historia de la tecnología reciente, la
historia de la creación de los primeros ordenadores. El largometraje muestra el
camino a la cima de dos de los creadores de las actuales computadoras, pero
implícita en esa historia hay otra que es la del cambio de personalidad, el
deseo de alcanzar la fama, de conseguir dinero, de ser siempre la vanguardia de
toda innovación, y es que muchas veces la fama cobra un precio muy caro por
saborearla, y ese precio es el de dejar de lado la humanidad, la empatía, los
valores que te han consagrado para luchar en un mundo, el empresarial, lleno de
tiranía, manifestándose esto en el cambio de personalidad a lo largo de la
película de Steve Jobs y Bill Gates.
Si bien muestra la historia típica de unos grandes genios
que pasan por diferentes fases, caracterizándose por un primer momento de
experimentación, insistencia en algo en lo que nadie cree, dar a conocer poco a
poco la idea y finalmente el reconocimiento, esta es especialmente llamativa
porque sendos protagonistas acaban siendo dos de los mayores multimillonarios
del planeta, no siendo igual de justa la historia con todos los genios que aportan
una innovación a la sociedad.
La frase que destaco de la película y que para mí da una
idea global por sí misma es la que ambos protagonistas mencionan, “los buenos
artistas copian, los grandes artistas roban”. Estos dos personajes no han
destacado necesariamente porque hayan sido los verdaderos merecedores de la
gloria sino porque han sido los más listos de la historia, y para mí su gran
mérito reside en haber ido un paso por delante de los demás, incluso de grandes
compañías como IBM o XEROX.
Publicado por: Andrei Sava
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